Este libro,
nos lleva a reflexionar sobre la cultura de la imagen, narrando la historia
desde la iconografía. La lectura establece un paralelo entre lo analógico y
lo digital, partiendo de las comparaciones
para demostrar el anclaje de lo tradicional y lo contemporáneo, para exponer
cómo se implanta en la sociedad un pensamiento y una dimensión digital.
En uno de los capítulos nos habla de las imágenes-laberintos, con ello hace referencia a que las imágenes
nos revelan una realidad distinta a la que nos muestran. De este modo, encontramos
reflexiones acerca del simbolismo de las formas y de los colores;
mostrándonos seis posibles grandes apartados a la pregunta: ¿Por qué
se utilizan estas complicadas imágenes-laberinto que expresan algo distinto de
lo que muestran?
1) Tabú de designación
1) Tabú de designación
2) Génesis subconsciente
3) Utilidad para comunicación criptográfica
4) Dificultad de representar lo simbolizado
5) Por su efecto poético
6) Por su
utilidad comunicativa
Asimismo,
podemos decir que las imágenes forman y
formarán parte de nuestra vida siempre.
Actualmente gracias a las nuevas tecnologías se han expandido
toda una serie de mundos paralelos, donde las historias y los personajes pueden
llegar a adquirir tal realismo que aparentemente reproduzcan aquellas personas
que interactúan con ellos a experimentar sensaciones y emociones tan auténticas
como las de la vida real. Por ello, las imágenes forman parte del espectáculo, no
sólo de Iglesias, o representaciones de nuestra historia como tal, sino que
están integradas en nuestras vidas: la televisión, el cine, fotografías, los
videojuegos,… Actualmente y con los ordenadores las imágenes han cambiado de
formato, de reconstrucción y de idea. Sin embargo, la intención es
prácticamente la misma.
La infografía abre nuevas posibilidades transgresoras
de las rutinas artísticas, por lo que podemos distinguir entre las simulaciones
(del mundo real) y las quimeras (imágenes monstruosas o arbitrarias). Y se
denomina hiperimagen a la amalgama de imágenes de naturaleza distinta.
Gubern, en este libro, hace un recorrido desde el
primer creador de imágenes “Dios fue el primer creador de imágenes,
puesto que creó al hombre a su imagen y semejanza… y además se hizo imagen en
la encarnación de Cristo” (Pág. 58) hasta el último paso que hasta
ahora ha imaginado el hombre en su intento de crear un mundo virtual es la
experimentación clónica. «Es la hipótesis de la película Blade Runner, donde el
replicante es visto como ser real».
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